Lo mostrado en esta publicación son pensamientos e ideas que fueron mostradas directamente en mi cuenta twitter (@cuervocaos) con las personas implicadas en los comentarios que se abordarán y la estimaciones de este años 2023 para con la administración cultural. Así pues, no es algo que se esté sacando de la manga o se esté improvisando. Las personas que se mencionen serán colocadas con su cuenta a Twitter para abundar o cotejar el tema.
La protoidea de visualizar el siguiente año en la administración
para las artes y la cultura surgió el 22 de octubre de 2022 por publicaciones
de Rafael Paredes Sales (Argentina) al expresar “La gestión cultural tiende a
despolitizar la cultura, no lo permitamos”. De ahí surgieron varias publicaciones
con ese título, eso se debió a reformas y adecuaciones a sus leyes culturales.
Hagamos sencillo esto. Traducción para México. La gestión
cultural se enfoca en política y en sociedad, en la primera, a crear
herramientas dentro del sistema para garantizar el pleno desarrollo humano y en
la segunda, es necesario para subsanar tejido social y consolidar mecanismos
efectivos para integración. La creación de mapeos, investigación de campo;
tener el conocimiento urbano para reconocer hitos, sendas, nudos, nodos,
centros; reconocer el ayer, su desempeño ahora y lograr visualizar ese mañana
con el conocimiento minado de toda una serie de investigaciones que tengan esa finalidad
de contribuir, sumar y coadyuvar ante la ciudadanía. Si a esto, sigues pensando
que GESTIÓN CULTURAL es hacer “eventitos”, no estamos hablando el mismo
idioma.
Ahora, dentro del mismo canal, vamos a abrir un hilo dentro
del tema de que nos convoca, la gestión y administración cultural.
Por las fechas (octubre 2022) se da a conocer la noticia
donde la licenciada y artista Lilian Villanueva Chan (@LilianJVC) es nombrada
como nueva titular para el Instituto de la Cultura y las Artes en Quintana Roo,
México (ICA) y con ello existen varios retos para este campo humano. Esto debe
quedar como caso análogo para traducirlo a sus deferentes realidades.
Seamos claros, el 2023 será la época postconfinamiento
voluntario a causa del Covid-19. Cuando Villanueva toma posesión de su cargo se
realizaron una serie de reuniones a lo largo del estado a suerte de radiografía
artística, estoy seguro, muy seguro, que al hacer el primer sondeo de actores
culturales en el estado, estoy seguro, se encontraron con dos clases de
artistas: los que piden eventitos y los que piden apoyos (económicos).
Muy pocos artistas, casi contados, tienen esa visión y labor
ante un compromiso social; vamos, son personas que están pensando en
investigar, sondear, construir, reconocer hitos, sendas, nudos, nodos en las
ciudades y comprender sus vicisitudes para diseñar proyectos.
No digo sea malo pedir eventos o apoyos, vamos, pedir no
empobrece y como se dijo en el Verano francés (68), "Soyes realistes,
demandez l'inpossible"... los artistas, en cualquier estado, debe
tener esa visión integradora y de construir identidad cultural y la identidad
cultural no es ponerse una camiseta, es reconocer el pasado, el presente y
colaborar para un futuro a la nueva generación, ya que son los jóvenes quienes
van a recibir esa identidad.
Muchas actividades para con jóvenes e infancias están
cargadas de adultocentrismo; todo es diseñado para que los adultos dicten sobre
las juventudes lo que debe ser bueno y de buenas costumbres para que sea un
buen lugar de buenas personas muy buenas, y espero se denote aquí el sarcasmo
de su excesivo “bueno” en sus discursos.
Para no extendernos mucho,
finalizando; el periodista cultural Omar Capistrán Espinosa (@spiketran) tiene desde
hace más de 5 años y contando, es decir, desde el 2016, información y perfiles
de los artistas en Quintana Roo, con ello, se sabe quiénes piden eventitos,
quienes piden apoyos y quienes buscan compromiso social; insisto, no está mal
hacerlo o tener esas ideas, ¿pero eso ayuda a uno mismo o se busca un bien colectivo?
Ambas respuestas son correctas, pero no digan que hacen gestión cultural si sólo
buscan su propio crecimiento. Es necesario marcar esto como parte de una serie
de materiales que se deben tener en cuenta y recordar que el 2023 es
postconfinamiento voluntario, miren las calles, la gente está afuera y busca
estar afuera.
El reto es grande, pero solo Lilian Villanueva tiene la
experiencia necesaria para subsanar una institución cultural en época postonfinamiento
y de protorevolución digital en el estado de Quintana Roo; ah, porque también
tenemos esa otra línea a cuidar: lo digital. El arte debe responder fuertemente
a su entorno, no es tarea o responsabilidad de una persona; como colectivos o
artistas, debemos comprender los fenómenos que nos abrazan, de no hacerlo, ¿qué
somos? ¿Artistas o artistillos?
El reto es digno, todos nos necesitamos para construir,
cimentar, crear senderos para que la siguiente generación (que ya está comenzando
a dar sus pasos) haga lo propio. Es necesario sabernos en una línea común de
crecimiento cultural y artístico, se tienen mucho potencial, pero se pierde en
las confusiones de qué gestión cultural y la confunden con hacer eventitos y
ferias para colgarle medallitas a todo santo; incluso, el estado de Quintana
Roo cuenta con la Universidad Intercultural Maya donde se imparte la licenciatura
de Gestió y Desarrollo de las Artes, coordinada por el poeta y académico maya
Wildernain Villegas; ¿lo ven? Los retos que llegan del 2023 ya están aquí, pero
se tiene gente que puede con la tarea, eso sí, nosotros debemos estar ahí sosteniendo
pilares, ayudando a construir… de lo contrario, vendrá otro cambio de poder,
será otra gestión más, y nada pasará. Estamos en una época de grandes cambios
sociales y digitales. Es ahora, el 2023 es ahora. Que no se nos olvide.
#MomentoParaLaReflexión
Escrito por Luis Antonio González Silva (@cuervocaos)
para Palabra Divergente. 24 de diciembre de 2022.
Photo by @heyamigo
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