¡Wakala, poesía erótica!

 

Escribir versos en la línea erótica ¿es mal visto?, tal vez. Abramos este melón. Como bien se marca, la poesía erótica solo tiene el único objetivo del erotismo, fin; ya puedes abandonar este artículo porque las líneas siguientes serán para abundar en ello, no a modo de justificación, pero sí visibilizar un par de tracks.

 

Tampoco vamos a lo básico de describir qué es poesía porque poesía no eres tú y Rosario Castellanos sonríe por ello. Lo dicho, la poesía erótica tiene su función en crear erotismo; ¿por qué?, la pregunta no debe ser esa, la pregunta es ¿qué podríamos considerar, hoy, lo erótico en la poesía? Octavio Paz en su ensayo “La llama doble. Amor y erotismo” (1993), nos dice: “la relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una poética verbal”.

 

Aquí ya nos debe quedar en claro algo, no se está hablando de genitalidad o sexualidad en un aspecto general (o vulgar, como le quieran decir); lo siguiente, ¿se han preguntado por qué tanto poeta ha hablado de este tema? Soy de la idea de que los poetas deben abordar tres temas en toda su vida creativa, pese a lo que escriban o la línea marcada que tengan, van a caer en Dios como tema, la Muerte y el Erotismo (estos dos últimos van muy ligados, al menos Georges Bataille nos lo ha dejado muy en claro); aunque no sean sus fortalezas, van a caer a escribir de ello, sea para cuestionar, denunciar, demandar o explorar la idea, ya que lo harán desde sus ojos y la manera en cómo han hilado su propio lenguaje poético. ¿Entonces, la poesía erótica no solo tiene el fin de erotizar? Sigue teniendo ese fin, pero el erotismo en nuestra sociedad occidental, religiosa y conquistada, negó lo erótico al amor, negó el cuerpo a la libertad y negó el placer a la espiritualidad. En el ensayo "Nombrando al cuerpo. Poesía erótica escritapor mujeres" de Círculo de Poesía, revista electrónica de literatura se aborda el tema de las mujeres que escriben poesía erótica en México y por medio de su lírica han denunciado estos aspectos a la sociedad, si bien, de manera transgresora, pero eso es uno de los principios del arte: ser transgresor.

 

Parece que me estoy justificando sin entrar en tema, y es la verdad. Bien podría colocar varios ejemplos, ensayos y análisis literarios sobre este terreno, pero no se trata de sobre justificarme arrojando libros. Los enlaces o zeldas están disponibles en este texto. Ahora entremos en el terreno magro, no es sorpresa saber que el arte es reflejo de nuestro hoy y con el arte se busca mandar el mensaje al futuro cuando este venga a revisar su pasado, no es sorpresa, y hoy, el arte (sea cual sea la disciplina) está "raramente" respondiendo a ello. Pondremos ejemplos al alcance de su mano, por favor no sienta la boca llenarse de espuma y use, de suma preferencia, la palabra "gringe", se verá cool. Si buscas en Spotify o en Youtube “música erótica” te aparecerá una enorme lista de música urbana y sus mezclas, ¿cuál es el tema que abordan?, sencillo (en su mayoría): la genitalidad. Esto es un giro inesperado que Huidobro no divisó al exigir que no canten la rosa, deben hacerla florecer en el poema; la fotografía erótica también se ha perdido en una sobreexposición del cuerpo como objeto sexual, diluyendo la composición, pero siendo muy magiadores con el uso del humo y de las luces. A este punto se siente confuso, pero el erotismo es ese algo que llega a romper los candados que han dictado, casi en piedra, que el cuerpo es cuerpo para la reproducción y el deseo es objetivación de un cuerpo (por lo general, femenino). El erotismo llega a vincular el pensamiento con la carne para la comunión saludable del placer sin ataduras morales o creencias religiosas recalcitrantes; la poesía erótica tiene el nivel de ello, formular una imagen desde tu experiencia y memoria sensorial; es la misma palabra la que puede modificarse al designio estético para la contemplación y espiritualidad del cuerpo; nos hemos desprendido de la idea erótica para abrazarnos a la idea de que sexualidad solo es el concepto de sexo, dejando a un lado todo lo que implica el ritual (por así llamarlo) de la sexualidad.  

 

Comparto la idea de Bataille, la cual, se mezcla bien con la idea filosófica del diseño de un jardín japonés (esto, en el libro de la dr Elia Chiki Miyasako Kobsahi: "El espacio sagrado japonés: Santuario Ize e Izumo". Trillas, 1994) donde se muestra el trabajo conceptual de opuestos para la creación, refiriéndome a “lo que se esconde para ser revelado”. Considero que a esta altura del partido ya hizo match la idea. Adentrarse a la poesía erótica es como acceder a un inmueble o un espacio arquitectónico, lo exploras, tienes esa visión de sorpresa y familiaridad, pero vas descubriendo lo que se esconde para ser expuesto ante tu experiencia, añadiendo vivencias a tu pensamiento, vamos, es un sendero al aprendizaje cuando te desplazas por el espacio, en este caso, tridimensional; además, la arquitectura se percibe con los sentidos, es una de las artes que te exige vivirla para lograr dimensionarla. La poesía, en su corte erótico hace lo mismo y esta misma poesía la que puede ser convertida en arma de protesta para la reiniciación del cuerpo como medio (no como herramienta u objeto) para el placer y el descubrimiento de mí en el reconocimiento del otro.

 

Ahora, como bonus track, ¿cómo saber si es buena poesía erótica? En todos los niveles y en todas las artes… hay idiota en todas partes. La manera, creo yo, más sencilla para saber si un poema erótico es bueno es porque te transportó de inmediato a esa escena de ti donde capturaste esas experiencias para decodificar lo que estás leyendo, imaginar más allá de la palabra en una mezcla con el recuerdo para volver a vivirse las veces que sea dentro de cada lectura… y no solo un juego de palabras arbitrarias que parece un chabón (por lo general) exigiendo sexo a alguien; otro detalle, es que el buen poeta erótico no grita en su poema que es erótico, lo muestra en una suerte de ritual, es un andar como explorando un jardín que se abre para su contemplación.

 

 

Escrito por Luis Antonio González Silva (@cuervocaos) para Palabra Divergente. 02 de septiembre de 2022

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